La Casa de Niños de Villar del Olmo, es un centro educativo público, que acoge a niños del primer ciclo de educación infantil (1- 3 años). Como todas las Casas de Niños, la de Villar del Olmo, desarrolla un programa educativo asentado en el principio de colaboración y participación de los adultos responsables de la educación de los niños (padres, abuelos, tutores o personas que los cuidan) con el fin de coordinar y unificar la labor educativa compartida por los padres y los educadores.
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miércoles, 18 de mayo de 2016
DOCUMENTO ELABORADO EN EL SEMINARIO:PRÁCTICA PSICOMOTRIZ EN EL PRIMER CICLO DE EDUCACIÓN INFANTIL SEGÚN BERNARD AUCOUTURIER
PRINCIPIOS
DE LA METODOLOGÍA DE
BERNARD AUCOUTURIER
El
principio básico, de cuál se derivan los demás, es que SE CONCIBE AL NIÑO COMO “SUJETO” Y NO COMO “OBJETO”.
Nuestra
práctica debe de basarse en la confianza
y el respeto del niño, considerándole como una persona y no un objeto, desde su
nacimiento.
A partir de
este principio, el niño es el centro de su propio proceso de aprendizaje,
siendo el papel del psicomotricista de mediador y de detector de las posibles
dificultades, solicitándose su intervención siempre que se considere necesario
para potenciar el óptimo desarrollo del niño. Según este principio, se tiene en
cuenta al niño como un ser integral, no sólo a nivel intelectual o cognitivo
sino también emocional, afectivo y social.
·
DEL PLACER DE LA RELACIÓN AL PLACER DE
ACTUAR
o
Creación del vínculo/apego
o
Las primeras interacciones del niños son sociales,
con sus educadores
o
Seguridad afectiva
o
El niño se construye en la mirada del otro
o
Calidad de la relación
Entre los
elementos del entorno que estructuran la personalidad del niño es fundamental
la seguridad proporcionada por el vínculo y el interés del adulto. El vínculo
estable y continuado y la relación
privilegiada con un adulto son las
condiciones fundamentales para el desarrollo autónomo del niño y del éxito de
la socialización primaria en la primera infancia.
Es la relación
lo que mueve al individuo a generar cambios. Los vínculos emocionales le
permiten proyectarse y expresar su mundo interior y, a la vez, recibir el
feed-back que genera nuevas proyecciones.
Cuando el
niño se siente reconocido como tal,
surge el deseo de aprender. Y el reconocimiento siempre nos llega del exterior,
de “otro” u “otros”. Por esta razón el niño se interesa primero por crear
vínculos que por aprender.
La mirada
hacia los niños y niñas y hacia todo lo que viven y hacen, es para ellos una
especie de confirmación y de estímulo para seguir avanzando en sus
consecuciones y en el descubrimiento de sus posibilidades. Mostrar poco interés por parte de la persona
adulta empobrece las expectativas de descubrimiento de los niños y niñas.
Se requiere el establecimiento de
una relación sólida y estable a través de intercambios verbales, de miradas
significativas, de presencia atenta y comprensiva, por parte del adulto que
transmiten así la seguridad afectiva que todo niño necesita para favorecer el
descubrimiento de sus propias capacidades, la utilización de sus propias
adquisiciones y el aprendizaje a partir de sus propios fracasos y logros.
·
EL NIÑO COMO SER AUTÓNOMO Y COMPETENTE
o
Actividad libre
o
Iniciativa
o
Sentimiento de competencia
Las acciones
del niño se desarrollan por iniciativas de él mismo. La actividad libre
significa la posibilidad, en las condiciones materiales adecuadas y sobre la
base del equilibrio emocional y la seguridad, de descubrir, experimentar,
perfeccionar y vivir, en cada fase de su desarrollo, sus posturas y
movimientos.
Debemos tener como base la
confianza y el respeto al niño, considerándole una persona que es parte activa
de su propia evolución, una evolución que se basa en la actividad y en la
autonomía.
El niño posee la capacidad innata
y social del aprendizaje y la capacidad de desarrollo autónomo y se favorecerá
respetando su iniciativa, en el proceso de evolución de sus movimientos, en la
manifestación de su desarrollo psíquico, en su juego, en su pensamiento y en su
comunicación con los demás, y transmitiéndole el reconocimiento de sus logros y
capacidades.
·
EL NIÑO COMO ACTOR DE SU DESARROLLO
o
Respeto al ritmo individual
o
Se acompaña al niño en su propio itinerario
madurativo.
En la sesión
de Psicomotricidad el educador o educadora no tiene nada para enseñar, sólo ha
de estar disponible para el niño, seguirlo en la dinámica de sus pensamientos y
de sus actos.
Debemos
respetar la globalidad del niño. Si hablamos de respetar la unidad del empleo
de la motricidad, de la afectividad y de los procesos cognitivos, debemos
respetar el tiempo del niño, su manera absolutamente original de ser y estar en
el mundo, de vivirlo, descubrirlo, de conocerlo todo a la vez. A partir de este
respeto e interacción la relación pedagógica se puede distender y
desdramatizar; es entonces cuando el niño vuelve a encontrar confianza y
seguridad en su accionar sobre el mundo.
Se evitará la
actitud intervencionista por parte del adulto, prescindiendo de cualquier tipo
de adiestramiento. Estimularemos las actividades de una forma indirecta,
creando las condiciones de equilibrio del desarrollo emocional y afectivo y del
desarrollo psicomotor e intelectual, mostrando respeto hacia el ritmo de las
adquisiciones motrices de cada niño, que nunca se encuentra en una situación
que no domina por si mismo, ni se ve forzado a adoptar una postura que
sobrepase sus posibilidades.
·
RESPETO A LA ACTIVIDAD MOTRIZ
ESPONTÁNEA
Es a partir de esta actividad espontánea como el
niño construye su imagen corporal, el conocimiento de su esquema y la identidad
de sí mismos y de su entorno. Es un
aprendizaje que se realiza a partir de las expresiones y las riquezas motrices
(
Se respeta la iniciativa del niño, dejándole actuar
para reconocer sus necesidades más profundas, para hacerlas evolucionar desde
el placer sensoriomotriz.
No hay necesidad de enseñar, no debemos ejercer de
modelo, pues interrumpir sus acciones podría suponer interrumpir su desarrollo
psíquico.
·
SE PARTE DEL PLACER DEL NIÑO
Se parte siempre del deseo del niño, nunca se le va
a forzar a hacer nada que no quiera, ya que forzar implica crear tensiones e
incrementar el miedo y la angustia.
El placer sólo se vive en la relación.
El niño sentirá placer de actuar si se siente
seguro con el adulto que le cuida; por ello es imprescindible crear un vínculo afectivo . El niño
necesita sentirse reconocido por el otro.
Si un niño no siente esa seguridad afectiva no
puede actuar, pues pondrá su atención en la búsqueda de esa relación.
·
LA MIRADA NO SE CENTRA EN
LAS DIFICULTADES SINO EN LAS CAPACIDADES DE CADA NIÑO.
Así mismo tampoco se centra en las limitaciones,
sino en aquello que sabe hacer según su momento madurativo y afectivo.
Se debe partir de lo que uno sabe y puede hacer,
siendo espejo permanente de las conquistas individuales y poniendo palabras a
lo que hace, lo que siente o lo que quiere en cada momento.
OBJETIVOS DE LA PRÁCTICA PSICOMOTRIZ
OBJETIVOS
GENERALES
Ø Favorecer
la maduración psicológica del niño/a de modo tal que la vía sensoriomotora sea la base de la formación los procesos
psíquicos.
Ø Impulsar
el desarrollo de la expresividad psicomotriz
hacia la comunicación, la creación y la formación del pensamiento operatorio.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
En
una primera etapa, desde el nacimiento hasta el inicio de la marcha,
plantearemos estos objetivos:
ü Promover
el despertar motriz a través de todo tipo de desplazamientos, del tono,
y de sensaciones motrices y corporales globales.
ü Favorecer
la comunicación a través de la voz,
la mirada y el contacto.
En una segunda etapa, desde el
inicio de la marcha hasta la adquisición de la carrera, además de
tener como referente los objetivos de la etapa anterior, proponemos
los siguientes:
ü Favorecer
la estructuración de la totalidad
corporal del niño/a, mediante todo tipo de actividades psicomotrices.
ü Dar
salida a la pulsionalidad y al
movimiento como un modo de entrar en relación y conocer el mundo que le
rodea.
ü Impulsar
la aparición del juego presimbólico
y el inicio del juego simbólico. De
este modo favorecemos el proceso de separación-individuación,
la repropiación de la realidad y la exteriorización de ciertos conflictos ligados
a la vida cotidiana.
DECÁLOGO DEL PSICOMOTRICISTA
·
Preparador/a
del espacio y material:
ir introduciendo modificaciones en la oferta y organización del material y el
espacio en función de las necesidades e intereses de los niños.
·
Capacidad
de escucha y acogida:
acoger, aceptar y respetar a cada niño, sin juicios ni valoraciones, creando,
de este modo, un clima de seguridad en el que los niños sienten que pueden ser
ellos mismos.
·
Figura
de ley: como autoridad y
contención, para garantizar la seguridad de los niños hay una ley que se
mantiene en cada sesión: “Está prohibido hacer y hacerse daño”. El resto está
permitido.
·
Acompañar: implica estar en sintonía con las
necesidades y el deseo de los niños, de manera que no impone juegos que no
surjan de los propios niños.
·
Supone
pararse en la acción, observar y esperar a la iniciativa de juego del niño, ser
capaz de dejar hacer, para poder responder de manera ajustada implicándonos en
el juego, haciendo propuestas, reconduciendo…
·
Disponibilidad: ser persona de referencia que da
seguridad física y afectiva, a la que se le puede pedir ayuda o realizar
demandas.
·
Mirada
periférica: no hay que
perder de vista al grupo, por lo que no es posible involucrarse mucho en el
juego de los niños. Esta mirada garantiza la seguridad de los niños.
·
Reflejo
de emociones: se
reconoce al niño, se da sentido a sus producciones, emociones y sentimientos,
se le ofrece una respuesta gestual o verbal ajustada a sus emociones.
·
Autoevaluación
durante la sesión: el
educador/a tendrá en cuenta su actitud e irá introduciendo modificaciones a su
actuación cuando sea necesario.
DESARROLLO DE UNA SESIÓN DE PSICOMOTRICIDAD SEGÚN B.AUCOUTURIER
El cuerpo, a través del
movimiento, del contacto, de sus acciones, producciones y reacciones, se
convierte en eje vertebrador del desarrollo armónico del niño/a y en el inicio
de una construcción satisfactoria de su identidad. Por ello hay que tener en cuenta las edades
de los niños/as y el punto evolutivo en el que se encuentran para desarrollar
las sesiones.
Desde el nacimiento hasta el inicio de la
marcha:
-Fases sucesivas: en este primer nivel no hay fases
específicas en la práctica psicomotriz, sino una práctica difusa que tiene como
objetivo la libertad de movimiento y el placer de la acción.
-Espacios: Es conveniente instalar un dispositivo
espacial permanente en el que los bebés puedan moverse con toda libertad, lo
que les llevará a conquistar el espacio vertical con toda seguridad, cada uno a
su ritmo y según sus deseos.
Este espacio ha de tener un
material específico que ofrezca a los niños las condiciones para desarrollar
sus actividades en el suelo.
-Tiempos: Los bebés han de sentirse libres para
repetir las mismas acciones cuantas veces deseen y para descubrir nuevas
acciones, las cuales serán cada vez más ricas y complejas.
-Papel del educador: Es fundamental acompañar cada
experiencia y cada descubrimiento por medio de la palabra o del gesto, pero sin
ejercer de modelo, sin intervenir en el proceso del niño, pues interrumpir sus
acciones supondría interrumpir su desarrollo psíquico.
Desde
el inicio de la marcha hasta la
adquisición de la carrera:
-Fases sucesivas:
La práctica psicomotriz se fundamenta en el trabajo a través de la vía
corporal, la acción y el movimiento espontáneos de las niñas y los niños, ya que es a través de ésta como construyen su
imagen corporal, el conocimiento del esquema corporal y la identidad de sí
mismos. Aun así, cada sesión se estructura en 5 fases:
1.- El ritual de entrada
Los niños al entrar, se descalzan y se
sientan. Se les recuerdan las normas.
2.-La fase de expresividad
motriz
Juegos de destrucción y
construcción
Permiten vivir el
placer de destruir sin culpabilidad y libera una intensa emoción colectiva. Se
produce una descarga de tensiones tónicas lo que produce una fluidez tónica que
hace que el niño esté disponible para la acción
Se puede volver a
construir y destruir infinito número de veces y si el psicomotricista ofrece
resistencia el placer se incrementa.
Juegos de aseguración
profunda
Son juegos que
aseguran frente a la angustia de separación, frente al miedo de perder a la
madre.
Juegos de aseguración
superficial
Son juegos
simbólicos
3.-La
fase de la historia
El cuento permite al
psicomotricista hacer relaciones con los juegos de aseguración profunda que
surgen en la sala.
Es una forma de reasegurarse
por medio del lenguaje y el juego dramático.
Esta fase ayuda al niño a
distanciarse de las emociones surgidas en el juego y facilita el paso al
espacio de representación final.
4.-La fase de la expresividad plástica y
gráfica
En esta fase se le ofrece a
los niños recursos para acceder a otro nivel de simbolización y, por lo tanto,
de descentración.
5.-El ritual de salida
Es indispensable
para terminar la sesión. Los rituales son fundamentales porque permiten al niño
situarse y estructurarse en el tiempo.
Para esta edad
una canción de corro conocida por todos da seguridad y permite una salida
colectiva.
-Espacios: La sala se prepara antes de que los
niños entren de la misma manera siempre, de este modo los niños encuentran en
cada sesión el mismo material y el mismo dispositivo.
Se estructura por medio de
dos espacios, cada uno con su dominancia expresiva.
-expresividad motriz,
reservado a las actividades de juego motor, con su material específico y zonas
blanda, dura y simbólica.
-expresividad plástica,
gráfica y lenguaje, destinado a la representación.
Esta regularidad es muy
importante porque proporciona seguridad, facilita la anticipación imaginaria y
también anticipa el placer. Además permite practicar y experimentar sin un tiempo
límite (tienen dos cursos para hacerlo).
La libertad
de pasar de un espacio a otro nos permite prestar atención a los niños que
siempre se mantienen en el mismo sitio, invitándoles individualmente a cambiar
de actividad, inicialmente acompañados de un adulto.
-Tiempos: se estructura por medio de las fases
sucesivas que se proponen al niño para que pase por diferentes niveles de
simbolización, lo que equivaldría a pasar “del cuerpo al lenguaje”.
El segundo tiempo está
reservado a la expresividad motriz, el tercero a la historia y el cuarto a la
expresividad plástica y gráfica, aunque la fase 4 puede darse en el mismo
tiempo que la 2.
La duración de las sesiones
en el nivel 1-2 años es de aproximadamente es de 45- 60 minutos.
La duración de las sesiones
en el nivel 2-3 años es de aproximadamente es de 60 minutos.
El dispositivo se va
instaurando progresivamente en función de la edad de los niños y el desarrollo
de sus capacidades de acción y simbolización.
-Papel
del educador: La función de las educadoras es fundamental
para acompañar cada experiencia y cada descubrimiento. Para ello es prioritario
tener confianza en el niño entendiéndole como un ser autónomo y competente.
Se parte siempre del placer
del niño y nunca se le fuerza a hacer nada que no quiera. Además partimos de lo
que el niño es y tiene, no de lo que no es o de lo que no tiene. Nuestra mirada
no se centra en las dificultades o limitaciones del niño. Este es otro
principio “creer en la persona”.
Respetamos el ritmo
individual de cada uno, sin olvidar la importancia de la estabilidad en los
espacios y materiales, y teniendo en cuenta que la repetición es una estrategia de aprendizaje.
ACTIVIDADES Y JUEGOS EN CADA FASE DE LAS DISTINTAS SESIONES DE
PSICOMOTRICIDAD PARA NIÑOS DESDE EL NACIMIENTO HASTA EL INICIO DE LA MARCHA.
RITUAL
DE ENTRADA:
·
Corro
de inicio: Nos descalzamos, colocamos los zapatos y nos sentamos en un pequeño
círculo, todo con ayuda del adulto.
·
Cantar
canciones de bienvenida: es conveniente que exista una misma canción para dar
comienzo a la sesión de psicomotricidad, para los niños y niñas de esta edad
esto les da seguridad haciendo que anticipen la sesión.
·
Recordatorio
de normas.
·
Colocación
de los niños que no se mueven en la zona que se haya dispuesto para ellos.
FASE
DE EXPRESIVIDAD MOTRIZ:
·
Juegos
de construcción y destrucción con los módulos de psicomotricidad, a menos
altura y para los niños y niñas que se desplazan.
·
Juegos
pre-simbólicos: aparecer-desaparecer…
·
Juegos
de estimulación laberíntica y de las sensaciones propioceptivas: caída,
rotación, balanceo…
·
Actividades
relacionadas con los límites del cuerpo: taparse con telas…
·
Juegos
de movimiento.
·
Actividades
de desordenar: agrupar-dispersar, ordenar-desordenar…
·
Juegos
con pelotas: lanzar, recoger, empujar…
FASE
DE LA HISTORIA
·
Lectura
de cuentos.
·
Juegos
de imitación: con ayuda del adulto que puede representar un personaje y animar
a repetir acciones de los distintos personajes.
FASE
DE LA
EXPRESIVIDAD PLÁSTICA Y GRÁFICA:
·
Juegos
con construcciones.
·
Actividades
con plastilina y pintura.
RITUAL
DE SALIDA:
·
Corro
de despedida: nos sentamos en círculo para hablar sobre la sesión y
despedirnos.
·
Cantar
canciones: al igual que con el inicio es conveniente cantar la misma canción de
despedida de la sesión.
·
Nos
preparamos para la vuelta al aula: recogemos los zapatos y nos calzamos.
BANCO DE RECURSOS MATERIALES
Y AMBIENTACIÓN DEL AULA PARA EL DESARROLLO PSICOMOTOR
La psicomotricidad se centra
en conocer al niño a partir de la actividad motriz espontánea que aparece en su
juego simbólico. Por ello es rico en enseñanza poner a disposición del niño
objetos diferentes y observar cómo los utiliza.
El material utilizado en la sala de
psicomotricidad debe estar bien ordenado y ser un soporte para las proyecciones
del niño/a. También ha de ser abundante y proporcionarse al niño o bien
demandarlo él mismo, según sus necesidades y el desarrollo de la sesiones.
Puede ser:
·
Fijo
(espalderas, bancos, pizarra, espejo, etc.).
·
Móvil
(aros, cuerdas…).
Además de esta clasificación, los
materiales se dividen según su composición y lo que representan en dos tipos:
·
Blandos:
bloques de espuma, pelotas, cojines, telas, etc. Acogen, envuelven y dan placer
y seguridad al niño/a.
·
Duros:
espalderas, maderas de construcción, palos, banquetas, cubos de plástico, etc.
Hacen al niño/a enfrentarse al reto, al principio de la realidad y, por tanto,
a la superación física, lo que le ayudará al desarrollo motor y sensorial.
La sala de psicomotricidad debe ser un espacio cálido, iluminado
y acogedor donde el niño pueda moverse y expresarse con libertad. El material
se dispone creando diferentes espacios que favorecen el desarrollo sensorial,
motórico, simbólico, afectivo, intelectual y cognitivo del niño. Este espacio
también favorece la exploración de sus límites corporales, los objetos, y los
otros niños, por otro lado también favorece la expresión de sus emociones,
vivencias y la expresión creativa.
El
espacio es preparado con anterioridad al comienzo de la sesión.
AULA DE 0-1
- ESPACIO BLANDO
Material: módulos, colchonetas, cojines, telas,
alfombras.
Acciones:
darse la vuelta
desde la posición supina a la prona, rodar, empujar, arrastrarse, balancearse,
coger diferentes objetos, sentarse, andar a gatas, trepar, agarrarse y
descansar estirados en el suelo cuando lo necesiten.
Son acciones que suscitan la aparición de
recuerdos y emociones asociadas a la seguridad de haber sido sostenidos en
brazos, mecidos, trasportados, acostados.
Carácter: afectivo, acogedor, permite un
movimiento más impulsivo y menos controlado, placentero. Facilita las acciones
corporales cercanas. Los bebés han de sentirse libres para repetir las mismas
acciones cuantas veces deseen y para descubrir nuevas acciones, las cuales
serán cada vez más ricas y complejas.
- ESPACIO DE EXPERIMENTACIÓN Y MANIPULACIÓN
Material: telas, cajas de cartón, construcciones,
aros, tarimas con entradas y salidas, cortinas que forman un rincón, pelotas, sonajeros
o botellas de sonidos cajas de cartón de diferentes tamaños, móviles de
colores, un rodari o palos/botellas que rueden para fomentar el gateo, espejos
pequeños, instrumentos musicales, saquitos de olor, tablero sensorial con distintas texturas,
cuentos de tela sonoros (que crujan) de distintas texturas, etc., cáscaras de
coco, cintas de seda, cesto de los tesoros, etc…
Acción: Juegos de quitar y poner con un juguete
especifico, experimentación de distintas texturas, formas, colores, olores, aparecer/desaparecer,
esconderse/ser encontrado esconder objetos, agitar, lanzar, chupar, morder,
chocar y golpear objetos...
Carácter: Es un espacio de experimentación y
manipulación, primeramente con su cuerpo y posteriormente con los distintos
objetos, así como con el espacio que le rodea. Es un espacio que propicia
juegos que favorecen la construcción de la estructura cognitiva a través de la
curiosidad y la investigación del entorno.
- ESPACIO DURO.
Materiales: rampas, escaleras, barras verticales y
horizontales que permitan que cada niño, según sus necesidades, se agarre y se
eleve hasta ponerse de pie,
plataformas altas y bajas, espejos, barra de
pared, bancos…
Acciones: lanzarse, caer, giros, escalar, deslizarse, rodar, resbalar…
Carácter: facilita el hecho de desarrollar las
propias habilidades motoras. El niño/a experimenta sus posibilidades motrices.
Experimentar los límites entre el
equilibrio y el desequilibrio, perder los puntos de apoyo y volver a
recuperarlos, intentar conquistas motoras,… son vivencias que tienen que
hacerse en seguridad tanto afectiva como física.
AULA DE 1-2 Y 2-3
- ESPACIO BLANDO
Material: módulos, colchonetas, cojines, telas ,
alfombras.
Acciones: pulsión, relajarse, rodar sobre si
mismo, caer, lanzarse, arrastrarse, balancearse, contactos corporales,
maternales. Son acciones que suscitan la aparición de recuerdos y emociones asociadas
a la seguridad de haber sido sostenidos en brazos, mecidos, trasportados,
acostados.
Un rincón blando, con colchonetas y
cojines, que facilitaran los juegos de oposición y los juegos de imitación de
situaciones vividas, como taparse y destaparse, jugar a dormir, que favorecer
ale acceso a la capacidad de simbolizar.
Carácter: afectivo acogedor, permite un
movimiento mas impulsivo y menos controlado, placentero. Facilita las acciones
corporales cercanas.
- ESPACIO DE EXPERIMENTACIÓN
YMANIPULACIÓN
Material: pelotas, piedras, piñas, cajas de cartón
de diferentes tamaños, palos, cascaras de coco, cintas de seda
Acción: experimentación del dentro fuera,
llenar-vaciar.
Carácter: Es un espacio de contención, recogida y
seguridad. El niño vive con estos juegos el placer de desordenar ya que para
hacerlos utiliza objetos que transforma y reorganiza según sus deseos.
Son juegos que además de tener una
función reaseguradora, favorecen la construcción de la estructura cognitiva a
través de la curiosidad y la investigación del entorno.
- ESPACIO SIMBÓLICO.
Material: telas, cajas de cartón, construcciones,
aros, tarimas con entradas y salidas, cortinas que forman un rincón…
Acciones: Aparecer/desaparecer, esconderse/ ser
encontrado, escapar/ser cogido, construir/destruir/volver a construir,
inventar, adoptar roles, aceptar/rechazar…
Carácter: relacional, creativo, imaginativo,
fantasmático….Se expresan emociones, sentimientos, miedos y fantasías. Se viven
distintas situaciones de relación y comunicación con otros niños y con el
adulto.
El significado de los juegos de
destrucción está relacionado con el deseo de separarse y de ser uno mismo, de
apartar los obstáculos que impiden cumplir los objetivos que se proponen y que
nos ayudan a afianzar nuestra identidad y la capacidad de decidir y elegir. La
destrucción no implica romper, sino transformas y reorganizar el orden que se
ofrece al inicio de la acción. Después de agotar el impulso de destruir viene
el deseo de hacer construcciones. El desorden da paso a la creación. Solo se
puede crear , inventar desde el caos, desde el desorden, desde lo que no esta
configurado.
Jugar a envolverse son manifestaciones de
deseo de protección o de búsqueda de bienestar.
Jugar a esconderse es de todos los juegos
pre simbólicos en el que se ve con mayor claridad la idea de sentir la vivencia
de la presencia y la ausencia, el estar y no estar, la unión y la separación.
- ESPACIO DURO.
Materiales: rampas, escaleras, plataformas altas y
bajas, bancos…
Acciones: correr, saltar, lanzarse, caer,
equilibrios, giros, escalar, deslizarse, rodar, resbalar…
Carácter: motor; facilita el hecho de buscar las
propias habilidades motoras. El niño experimenta todas sus posibilidades
motoras y entra en el juego de la competencia consigo mismo, intentando hacerlo
cada vez mejor. El placer sensomotor ha de permitir que el niño mantenga la
ilusión de acometer proezas fabulosas, lo que será más eficaz si el
psicomotricista reconoce estas proezas con admiración. La ilusión empuja a
cometer nuevas acciones y genera confianza y seguridad en uno mismo.
Experimentar los límites entre el
equilibrio y el desequilibrio, perder los puntos de apoyo y volver a
recuperarlos, intentar conquistas motoras, sentir que se puede tener el control
del propio cuerpo… Son vivencias que implican un cierto riesgo y que tienen que
hacerse en seguridad tanto afectiva como física
- ESPACIO
DE REPRESENTACIÓN.
Material: papel/mural y ceras, construcciones de
madera, imágenes fotográficas de otras sesiones, barro, plastilina.
Acciones: construir, iniciarse en el dibujo y
modelado, utilización de la palabra para expresarse, representar situaciones,
acciones…
Carácter: permite al niño distanciarse de su
vivencia sensomotora para comenzar a “pensarla”. El movimiento se detiene y por
lo tanto, hay más pensamiento sobre la acción. Así mismo, permite al niño
representarse a si mismo.
lunes, 9 de mayo de 2016
viernes, 6 de mayo de 2016
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